La ortodoncia invisible es una técnica avanzada de corrección dental que utiliza alineadores transparentes y removibles en lugar de los tradicionales brackets metálicos o cerámicos. Estos alineadores, fabricados a medida mediante tecnología digital 3D, ejercen fuerzas controladas sobre los dientes para moverlos gradualmente hacia su posición ideal, corrigiendo problemas de alineación, apiñamiento, mordida cruzada, sobremordida o separaciones entre piezas.

Su principal atractivo radica en la discreción y comodidad que ofrece al paciente. Al ser prácticamente imperceptibles, los alineadores permiten realizar el tratamiento sin alterar la estética facial ni afectar la confianza al hablar o sonreír. Además, al poder retirarse para comer o cepillarse los dientes, facilitan una mejor higiene oral y evitan las molestias o llagas que suelen generar los aparatos fijos tradicionales.

El tratamiento comienza con un estudio completo que incluye fotografías, radiografías y escaneos digitales de la boca. Con esta información, el ortodoncista diseña un plan virtual personalizado que permite visualizar los movimientos dentales y el resultado final antes de iniciar el proceso. A partir de este modelo, se fabrican una serie de alineadores secuenciales que el paciente debe cambiar cada una o dos semanas, según la evolución del caso. Cada juego de alineadores produce movimientos mínimos y progresivos hasta alcanzar la alineación deseada.